Síntomas de la misofonía: ¿cuáles son las primeras señales de la misofonía?

Revisada médicamente por Ashley WongPharm. D.
Farmacéutico con licencia
Actualizado Mar 12, 2024  •  Publicado Mar 12, 2024
Datos Verificados

Nota: Las fuentes de información externa en este artículo están disponibles solo en inglés.

Descripción general: ¿Cómo se siente tener misofonía?

La misofonía implica tener reacciones emocionales intensas y reacciones desproporcionadas a sonidos cotidianos como el clic de un bolígrafo, el golpeteo de un lápiz, el ruido de los labios al comer, la aclaración de la garganta, los sonidos de la respiración o la masticación. Los proveedores de atención médica a veces lo llaman “intolerancia disminuida al sonido”, “sensibilidad disminuida al sonido” o “síndrome de sensibilidad selectiva al sonido”. La palabra en sí significa “odio al sonido”, pero es un concepto demasiado amplio.

La misofonía puede afectar a hasta 1 de cada 5 personas. Además, no existen pautas definidas para el diagnóstico o el tratamiento. Sin embargo, hay características comunes en lo que las personas experimentan. Cuando escuchan ciertos tipos de sonidos, sienten emociones fuertes e incontrolables como la ira, el disgusto, la ansiedad o el pánico. Pueden tener reacciones físicas similares a una reacción de alarma, como presión arterial elevada, ritmo cardíaco rápido y tensión muscular. Pueden comportarse de manera muy negativa en respuesta a estas reacciones, comportamiento del cual después se avergüenzan. En los casos más graves, la misofonía puede afectar la capacidad de una persona para funcionar en la vida diaria.

Puntos importantes:

  • La misofonía es una afección de salud común que puede afectar a cualquier persona, sin importar edad, sexo, raza o etnia.

  • Las señales de la misofonía involucran reacciones emocionales y conductuales intensas a ciertos sonidos cotidianos.

  • La misofonía generalmente no requiere atención médica inmediata.

  • La misofonía tiene muchas posibles, pero inciertas causas. Es posible que tengas un mayor riesgo de desarrollar síntomas de misofonía si eres mujer. Otros factores de riesgo incluyen trastornos del espectro autista, TDAH, depresión, trastorno de estrés postraumático (TEPT), trastorno obsesivo-compulsivo (TOC), trastorno límite de la personalidad, trastorno de personalidad obsesivo-compulsiva o afecciones auditivas.

  • La misofonía se diagnostica por un profesional de atención médica. Te harán preguntas sobre lo que estás experimentando.

  • La misofonía puede requerir tratamiento si interfiere con el funcionamiento diario y las relaciones. Los síntomas de la misofonía pueden mejorar parcial o completamente con el tratamiento durante varias semanas.

  • El tratamiento de la misofonía puede incluir terapia cognitivo-conductual, terapia dialéctica de conducta, ISRS, tratamiento de afecciones psiquiátricas coexistentes o adaptaciones.

  • La misofonía no tratada podría provocar complicaciones como aislamiento social, explosiones violentas y disfunción ocupacional.

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¿Cuáles son las primeras señales de la misofonía?

Los proveedores de atención médica no han llegado a un acuerdo sobre criterios específicos para diagnosticar la misofonía. Por esta razón, es difícil identificar las primeras señales de la misofonía. Muchos de los desencadenantes comunes de la misofonía son sonidos que irritan o molestan a la mayoría de las personas, si no a todos, como el clic de un bolígrafo, el golpeteo de los dedos, la respiración pesada, los sonidos al comer, ronquidos, sorber o goteo de agua. Un diagnóstico se basa en el grado de la reacción, la selectividad de los desencadenantes y las percepciones de autocontrol.

Posibles señales de que alguien podría tener misofonía son:

  • La reacción emocional y las reacciones conductuales son desproporcionadas al sonido molesto. En lugar de irritación o molestia, alguien con misofonía siente ira, rabia, pánico, ansiedad, angustia emocional u odio. Esto puede ir seguido de miradas desafiantes, rudeza, salir corriendo de la habitación, hostilidad, explosiones de ira o violencia.

  • Solo algunos sonidos molestos provocan estas reacciones intensas. Esto es lo que los proveedores de atención médica quieren decir con “intolerancia selectiva al sonido”. Si dices cosas como “ese sonido en particular siempre me enloquece”, así es cómo puede sentirse la misofonía.

  • Incluso en casos leves, las personas sienten que no tienen control sobre sus reacciones emocionales o comportamientos. El grado en que las personas sienten que pierden el control ayuda a determinar un diagnóstico.

Otros síntomas de la misofonía

No existen reglas formales o pautas para diagnosticar la misofonía, pero los síntomas suelen dividirse en emociones negativas, reacciones físicas, comportamientos y deterioro funcional.

Los síntomas emocionales desencadenados por ciertos sonidos u otros estímulos sensoriales incluyen:

  • Irritación

  • Molestia

  • Ira

  • Angustia

  • Disgusto

  • Ansiedad

  • Miedo

  • Pánico

Los síntomas físicos pueden incluir:

  • Aumento de la frecuencia cardíaca

  • Aumento de la presión arterial

  • Tensión muscular

  • Presión en el pecho

  • Sudoración

Cuando se desencadena, una persona puede responder con comportamientos desproporcionados a la molestia, como:

  • Miradas desafiantes

  • Hostilidad

  • Reacciones enojadas

  • Marcharse o huir

  • Violencia

Lo más importante es que los profesionales de atención médica evalúen cómo afectan los síntomas de la misofonía al funcionamiento diario y a las relaciones. El aislamiento social, evitar sonidos desencadenantes, problemas laborales y problemas de relación son relevantes para el diagnóstico y tratamiento de la afección.

Síntomas de la misofonía frente a la hipersensibilidad al sonido (hiperacusia)

Tanto la misofonía como la hipersensibilidad al sonido (hiperacusia) implican sensibilidad al sonido. Ambas tienen cierta superposición en sus síntomas, por lo que a menudo se confunden.

Los profesionales de atención médica distinguen entre cuatro tipos de hiperacusia. Dos de ellos, la hiperacusia por irritación y la hiperacusia por miedo, son muy similares a la misofonía en sus síntomas. Los otros dos, la hiperacusia por volumen y la hiperacusia por dolor, son distintos de la misofonía porque no involucran emociones ni comportamientos. Las personas con misofonía no informan que los sonidos desencadenantes sean demasiado fuertes o causen dolor.

Sin embargo, existe una gran diferencia entre los dos. La hiperacusia está relacionada con una pérdida de audición identificable o problemas de audición y puede ser desencadenada por cualquier sonido. La misofonía no está relacionada con una pérdida de audición identificable y generalmente se desencadena por sonidos que tienen un patrón específico. No hay dolor ni volumen involucrado. En cambio, la misofonía provoca una reacción emocional y conductual.

Misofonía Hiperacusia
Síntomas compartidos
  • Sensibilidad al sonido
  • Reacción emocional negativa (molestias por la hiperacusia)
  • Evitación de sonidos (miedos provocados por la hiperacusia)
Síntomas únicos
  • Reacciones emocionales desproporcionadas
  • Comportamientos desproporcionados
  • Síntomas físicos como aumentos de la presión arterial o del ritmo cardíaco
  • Percibir sonidos demasiado fuertes ( sonoridad percibida con hiperacusia)
  • Dolor físico (dolor causado por la hiperacusia)

Cuándo consultar a un médico por los síntomas de misofonía

Si experimentas reacciones negativas incontrolables ante sonidos específicos, te recomendamos que consultes a un médico de atención primaria u otros proveedores de atención médica para obtener asesoramiento médico. Lleva un registro de tus síntomas y compártelo con tus proveedores. Si las reacciones negativas a los sonidos están dificultando tu vida, entonces habla con tu médico de atención primaria sobre la posibilidad de ser referido a un especialista en audición o a un profesional de salud mental, como un psiquiatra, psicólogo clínico u equivalente.

La misofonía no es un diagnóstico oficialmente reconocido, aunque los médicos pueden diagnosticar y tratar la afección. Se han propuesto criterios de diagnóstico para la misofonía que involucran otros estímulos sensoriales, como la visión, el olfato o el movimiento, pero no existen pruebas para detectar la misofonía.

Como resultado, el diagnóstico se basa en tus síntomas. El profesional médico diagnosticará la misofonía en función de la historia de tus síntomas y tu historial médico. Es más probable que el profesional médico diagnostique la misofonía si los sonidos desencadenantes comparten el mismo patrón, tienes una fuerte reacción negativa a los sonidos y no hay síntomas físicos como dolor o volumen. En el proceso de diagnóstico, los profesionales de atención médica intentarán determinar si también están presentes trastornos auditivos o trastornos mentales. Un audiólogo puede realizar pruebas audiológicas para ver si existen problemas de audición que justifiquen un diagnóstico diferente. Un psicólogo o psiquiatra puede administrar pruebas psicológicas.

Complicaciones de la misofonía

Si no se trata o se resuelve, la misofonía puede provocar complicaciones como:

  • Menor calidad de vida

  • Problemas en el trabajo

  • Conflictos familiares

  • Aislamiento social

  • Ansiedad

  • Desregulación emocional

Cómo tratar los síntomas de la misofonía

Los profesionales de atención médica no siempre están de acuerdo acerca de las opciones de tratamiento adecuadas para la misofonía. La opción de tratamiento que se escoja puede depender de si el profesional médico es un especialista en psiquiatría, psicoterapia, neurología o audición.

En estudios, el tratamiento más consistentemente exitoso para la misofonía es la terapia cognitivo-conductual (TCC) y la TCC con entrenamiento de exposición. Como forma de psicoterapia, la terapia cognitivo-conductual enseña a las personas cómo regular sus reacciones emocionales y controlar sus reacciones conductuales a los desencadenantes misofónicos. La TCC también puede exponer a los pacientes a los desencadenantes de sonido con el fin de desacondicionarlos o entrenarlos para que respondan de manera diferente. Un tipo de terapia similar, la terapia dialéctica de conducta (TDC), puede ser más apropiada para quienes sienten una rabia extrema en reacción a los desencadenantes de sonido.

Además, un especialista en trastornos auditivos puede intentar una forma de terapia llamada terapia de reentrenamiento del tinnitus (TRT). Esto también es una forma de exposición. La persona se expone a sonidos continuos de bajo nivel que desencadenan una reacción emocional hasta que aprenden a controlar y regular su reacción. La TRT también puede tener éxito en aliviar los síntomas de la misofonía.

No existen medicamentos aprobados para tratar la misofonía, pero en algunos casos, un médico o psiquiatra puede recetar medicamentos para la misofonía. Los medicamentos más comúnmente recetados son los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS), como Prozac (fluoxetina).

Si existen otros trastornos de salud mental, estos se tratarán de manera adecuada. El tratamiento de otros trastornos psiquiátricos puede involucrar medicamentos, terapia cognitivo-conductual u otros tipos de psicoterapia. Algunas personas podrán notar que el tratamiento de condiciones de salud mental coexistentes puede mejorar significativamente los síntomas de la misofonía.

Viviendo con misofonía

Si bien no existen pautas formales para el diagnóstico o tratamiento, hay opciones de tratamiento disponibles que pueden ayudar. Las personas con misofonía también pueden intentar manejar sus síntomas con adaptaciones y estrategias de afrontamiento, que incluyen:

  • Identificar sus desencadenantes de misofonía.

  • Desarrollar estrategias para enfocarse en otras cosas o en otros sonidos cuando se sientan desencadenados.

  • Usar auriculares o tapones para los oídos.

  • Usar generadores de ruido blanco.

  • Hablar con familiares y compañeros de trabajo sobre la condición.

  • Solicitar adaptaciones para la misofonía en la escuela o el trabajo, como un escritorio tranquilo o auriculares con cancelación de ruido.

  • Aprender a manejar el estrés.

  • Practicar técnicas de relajación a lo largo del día.

Por encima de todo, recuerda que una intervención útil para manejar cualquier episodio que involucre emociones o comportamientos fuera de control es utilizar técnicas de respiración profunda. No importa cuál sea la causa del aumento emocional, ya sea un sonido, un mal servicio al cliente o que alguien te corte en el tráfico. La respiración profunda puede ser enormemente efectiva para ayudar a las personas que se sienten fuera de control a recuperar el control sobre su pensamiento, sus emociones y sus acciones.

Lo más importante es buscar la ayuda de un profesional de atención médica si estás teniendo dificultades

Incluso si los profesionales de atención médica no están seguros sobre el diagnóstico y tratamiento de la misofonía, lidiar con la afección puede ser difícil tanto para el paciente como para sus seres queridos. Puede afectar significativamente la calidad de vida de las personas, sus relaciones, su vida familiar, su éxito laboral y su bienestar mental. Si los síntomas de la misofonía están causando angustia emocional y otros problemas, busca ayuda médica para que puedas discutir las opciones de tratamiento con tu proveedor.

¿Qué hacer ahora? Recursos adicionales para las personas con síntomas de misofonía

Pruebas y diagnósticos

Tratamientos

Estudios científicos y ensayos clínicos

Lea este artículo en inglés aquí.

Revisada médicamente por Ashley WongPharm. D.
Farmacéutico con licencia

Ashley Wong, Pharm.D., es miembro del Consejo de Revisión Médica de SingleCare.

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