Nota: Las fuentes de información externa en este artículo están disponibles solo en inglés.
El síndrome de alfa-gal (SAG) es una alergia a la carne roja que comienza con una picadura de garrapata. Específicamente, es una alergia a una molécula de carbohidrato o azúcar llamada alfa-gal (galactosa-alfa-1,3-galactosa), que se encuentra en la carne roja de mamíferos, productos lácteos y otros productos derivados de mamíferos. La garrapata solitaria transmite la molécula alfa-gal a través de su saliva.
El cuerpo desarrolla una alergia a la alfa-gal como respuesta a la misma, lo que provoca que el sistema inmunológico produzca anticuerpos contra alfa-gal. Después de ingerir un alimento que contiene alfa-gal, los síntomas generalmente comienzan dentro de tres a ocho horas. Pueden variar desde síntomas leves de alergia hasta reacciones alérgicas graves y potencialmente mortales, como la anafilaxia. Algunas personas solo experimentan síntomas gastrointestinales (GI) como diarrea, náuseas y malestar estomacal, pero también son comunes las reacciones cutáneas como picazón y urticaria, y síntomas similares al asma.
El SAG es una condición de salud causada por una picadura de garrapata que puede afectar a cualquier persona, sin importar edad, sexo, raza o etnia. El tipo principal de garrapata que causa el SAG, también conocida como la garrapata solitaria, vive en el sur, desde el centro de Texas hasta la costa atlántica, donde su área de distribución se extiende hasta Maine.
Los síntomas de una reacción alérgica a alfa-gal son causados por el consumo de carne roja, productos lácteos o productos elaborados a partir de mamíferos. Puedes estar en mayor riesgo de desarrollar síntomas del SAG si vives en el sur de los Estados Unidos, la costa atlántica o los estados del este del Medio Oeste. Otros factores de riesgo incluyen vivir en áreas boscosas o pasar tiempo en áreas boscosas, arbustivas o silvestres.
Las señales tempranas del SAG incluyen picazón, urticaria, diarrea, malestar estomacal, náuseas, vómitos y dolor de estómago. Los síntomas de la alergia a alfa-gal también pueden incluir síntomas de una reacción alérgica grave, como hinchazón, presión arterial baja, mareos y desmayos.
Los síntomas graves de anafilaxia, como la hinchazón de la garganta o la boca, dificultad para tragar, sibilancias, tos, dificultad para respirar, desvanecimiento, mareos y confusión, generalmente requieren atención médica inmediata.
El SAG no tiene cura. Sin embargo, los síntomas pueden prevenirse evitando la carne roja, los productos lácteos y los alimentos o medicamentos derivados de mamíferos. El tratamiento para las reacciones alérgicas puede incluir antihistamínicos, inhaladores de rescate o inyecciones de epinefrina de emergencia.
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Los síntomas del SAG generalmente comienzan de tres a ocho horas después de comer carne de mamíferos o productos, y muchas personas reportan síntomas durante la noche. Los síntomas más comunes del SAG son problemas gastrointestinales. Alrededor del 20% de las personas con el SAG solo tienen síntomas gastrointestinales, que pueden incluir:
Malestar estomacal
Dolor de estómago
Náuseas
Vómitos
Diarrea
Además de los síntomas gastrointestinales, las reacciones cutáneas también son comunes, lo que puede incluir:
Picazón
Urticaria
Piel escamosa
También pueden involucrarse las vías respiratorias, produciendo síntomas similares al asma, como:
Falta de aire
Dificultad para respirar
Silbidos
Tos
El angioedema es una reacción más grave caracterizada por la hinchazón bajo la piel. Puede incluir síntomas como:
Hinchazón de los labios, boca, cara, garganta o alrededor de los ojos
La hinchazón también podría ocurrir en las manos o los pies
Ronchas en la piel
Enrojecimiento de la piel
Erupción
Dolor abdominal
La reacción más grave del SAG es la anafilaxia, que generalmente requiere atención médica de emergencia. Los síntomas incluyen:
Angioedema
Dificultad para respirar
Presión arterial baja
Pulso rápido o débil
Enrojecimiento
Mareos
Desmayos
confusión
Pérdida de conocimiento
Síntomas raros de alfa-gal incluyen dolor en las articulaciones y urticaria crónica
En los Estados Unidos, tanto el SAG como la enfermedad de Lyme son principalmente enfermedades transmitidas por garrapatas. Sin embargo, mientras que el AGS es una alergia, la enfermedad de Lyme es una infección bacteriana. En la mayoría de las personas, los síntomas de la enfermedad de Lyme se resuelven con el tratamiento adecuado, pero el SAG por lo general puede tomar años en resolverse a medida que el sistema inmunológico pierde su sensibilidad a la alfa-gal de manera gradual. La enfermedad de Lyme tiene síntomas típicos de una infección, como fiebre, escalofríos, fatiga y dolores musculares. El SAG a menudo tiene síntomas típicos de alergias alimentarias, que pueden incluir reacciones en la piel, hinchazón de la cara o garganta, dificultad para respirar y síntomas gastrointestinales.
Síndrome de alfa-gal | Enfermedad de Lyme | |
Síntomas compartidos |
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Síntomas únicos |
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Cualquier síntoma de alergia alimentaria debe ser comunicado a un profesional de atención médica. Cuando las personas comienzan a experimentar reacciones a la alfa-gal por primera vez, es posible que no las reconozcan como una alergia alimentaria. Los síntomas pueden aparecer horas después de comer, y muchos de ellos ocurren durante la noche. Los síntomas gastrointestinales pueden no parecer comunes durante las reacciones alérgicas, pero si estos síntomas persisten, debes informar a un profesional de atención médica.
Cualquier síntoma de una reacción alérgica grave, como silbidos, dificultad para respirar, falta de aire, hinchazón facial, latidos cardíacos acelerados o desmayos, requiere atención médica inmediata.
Una alergia a alfa-gal no es fácil de diagnosticar, pero generalmente comienza con un historial médico y un examen físico. Muchas personas pueden ser referidas a un alergólogo por su médico de atención primaria. Durante una consulta, un alergólogo puede preguntar acerca de la posible exposición a un alérgeno basado en la dieta y otros factores. El profesional médico puede preguntar sobre actividades al aire libre que puedan haber llevado potencialmente a una picadura de garrapata.
Los alergólogos suelen utilizar pruebas cutáneas para descubrir sensibilidades, pero las pruebas cutáneas no siempre son fiables para diagnosticar el SAG. La prueba definitiva es un análisis de sangre para detectar anticuerpos de inmunoglobulina-E (IgE) contra la alfa-gal. Sin embargo, las pruebas cutáneas pueden ayudar a determinar la magnitud de la alergia a la alfa-gal. Si los alergólogos no pueden confirmar una alergia a alfa-gal, podrían usar una prueba alimentaria, que puede implicar comer carne roja y productos no rojos en días diferentes para ver si hay una reacción. También se pueden utilizar otros tipos de pruebas.
Como cualquier alergia alimentaria, las personas que no controlan lo que comen o que no tratan las reacciones alérgicas cuando ocurren pueden experimentar complicaciones graves e incluso potencialmente mortales, incluyendo:
Urticaria crónica
Cierre de las vías respiratorias
Paro respiratorio
Presión arterial baja
Fallo de órganos
Ritmo cardíaco irregular
Muerte
El tratamiento principal del SAG es evitar las picaduras de garrapata o los productos que contienen alfa-gal.
En casi todos los casos, las personas con alergia a la alfa-gal deberán evitar la carne roja, incluyendo:
Res
Cerdo
Cordero
Cabrito
Venado
Caballo
Bisonte
Búfalo
Conejo
Otros productos a tener en cuenta que pueden contener alfa-gal incluyen:
Órganos internos de mamíferos como hígado de res, tripa, mondongo, menudo o riñones
Salchichas envueltas en intestinos de cerdo
Caldo o cubos de caldo de res o cerdo
Utensilios o platos que hayan estado en contacto con carne roja
Otros tipos de carne, como pollo, pavo, pescado y mariscos, no contienen alfa-gal y son seguros para comer.
Para la mayoría de las personas, evitar la carne roja es suficiente para prevenir los síntomas. Alrededor del 80% al 90% de las personas con alergia a alfa-gal no reaccionan a los productos lácteos. Aquellos que lo hacen pueden tener que evitar productos lácteos altos en grasa o todos los productos lácteos. Algunas personas pueden tener una variedad más amplia de sensibilidades a la alfa-gal y pueden necesitar evitar productos que contengan gelatinas u otros productos de origen mamífero.
Las personas con el SAG también pueden tener que evitar:
Alimentos altos en grasa
Alimentos de restaurantes cocinados en grasa
Humos o vapores de cocina
Medicamentos, alimentos o suplementos que contengan gelatina, colágeno o carragenina
El medicamento contra el cáncer Erbitux (cetuximab), que está hecho con alfa-gal
Cofactores que empeoran las reacciones alérgicas a la alfa-gal, como el alcohol
Las personas con el SAG pueden necesitar prevenir nuevas picaduras de garrapatas evitando áreas de vegetación densa y bosques, usando ropa tratada con permetrina y repelentes de insectos cuando estén al aire libre y revisando y eliminando las garrapatas. Una mayor exposición al alfa-gal de las garrapatas puede empeorar la alergia. Los anticuerpos de la alfa-gal pueden disminuir en un 89% de las personas que evitan nuevas picaduras de garrapatas. El 12% de las personas que evitan nuevas picaduras de garrapatas pueden perder completamente su sensibilidad a la alfa-gal en cinco años, lo que les permitiría agregar carne roja a su dieta.
Evitar los alérgenos y las picaduras de garrapatas es el tratamiento principal. Sin embargo, los medicamentos pueden ayudar a tratar las reacciones alérgicas. Estos incluyen:
Antihistamínicos para controlar los síntomas de reacciones alérgicas leves
Inhaladores de agonistas beta de acción corta (SABA) como el albuterol para controlar las reacciones asmáticas
Inyecciones de epinefrina para controlar reacciones alérgicas más graves; muchos alergólogos pueden recetar un autoinyector de epinefrina para llevar en caso de una reacción grave
Cromolín oral para controlar síntomas gastrointestinales repetidos y molestias
Corticosteroides orales para exposiciones repetidas y desconocidas
Xolair (omalizumab) para síntomas crónicos
Algunas personas viven con el SAG toda su vida y algunas mejoran con el tiempo, su respuesta inmunológica disminuye y sus síntomas se vuelven más leves. Algunas personas superan por completo los síntomas de la alergia a la alfa-gal después de algunos años. En los tres casos, la forma de vivir con la condición es evitar la exposición a la carne roja, evitar las picaduras de garrapatas y usar medicamentos para la alergia según lo indicado. Una vez que un análisis de sangre resulta negativo para anticuerpos de alfa-gal, aquellos afectados pueden volver a consumir carne roja, productos lácteos y cualquier otro alimento que haya sido restringido de manera segura.
La forma más probada de tratar las alergias es evitar los alérgenos, pero el SAG puede ser confuso. Evitar la carne roja en la dieta es la parte fácil, pero a veces la alergia puede involucrar productos derivados de mamíferos. Esto se debe a que algunos suplementos y medicamentos pueden contener ingredientes de vacas y cerdos. Por lo tanto, se recomienda hablar con un alergólogo y leer las etiquetas de ingredientes de alimentos, suplementos y medicamentos. Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) tienen una útil lista en línea de productos que pueden contener alfa-gal.
Alfa-gal y alergia a la carne roja, American Academy of Allergy Asthma & Immunology
Estrategias actuales y futuras para el diagnóstico y tratamiento para el síndrome alfa-gal (SAG), Journal of Asthma and Allergy
Diagnóstico y manejo del síndrome alfa-gal: lecciones de 2,500 pacientes, Expert Reviews in Clinical Immunology
Diagnóstico y manejo del síndrome alfa-gal: lecciones de 2,500 pacientes, Expert Reviews in Clinical Immunology
Fenotipos de galactosa α-1,3-galactosa, Annals of Allergy, Asthma & Immunology
Los dulces que contienen gelatina pueden provocar anafilaxis en un paciente con sensibilización a la galactosa-α-1,3-galactosa, The Journal of Allergy and Clinical Immunology: In Practice
Gerardo Sison, Pharm.D., es miembro del Consejo de Revisión Médica de SingleCare.
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